domingo, noviembre 30, 2008

Annie Hall para después del desayuno

A ver, se suponía que vería Cassandras Dream, pero me atacó la idea de ir por cronología (a veces soy tan maniático y ordenado): empecé por Annie Hall (1977). Hace tiempo la vi en el cable, una tarde de domingo (la tendencia a acordarme más de las cosas que hago los domingos está muy relacionado con esa sensación asquerosa de la cercanía del lunes). Y si mal no recuerdo, creo que en ese entonces la agarré desde la escena de las langostas en la cocina, y de ahí fue tirarme, pasar un buen rato y disfrutar. Fue hace mucho, en conce, en una situación contextual muy similar a la que vivo ahora. Me da la impresión que fue con esa película que yo sentí de verdad que el cine, los libros, las canciones, las fotos, el arte en general, sí puede ayudarte a aclarar ciertos rincones oscuros de tu vida, pero cuando te llegan en el momento indicado. Es decir, no vienen a cambiarte nada, pero sí a encender algunos focos apagados del camino que vas recorriendo en una situación equis. Por lo mismo hay películas que no debes ver cuando estás feliz, u otras que debes pasar de largo si estás triste. En este caso es un poco de los dos, pero a la larga, precisa.

En fin.

Siempre me quedo con las frases finales de libros, películas y canciones. Esta vez, que me esforcé en recordar las de la mitad, o del comienzo, me pasó lo mismo de siempre, así que me rindo. Y si bien no es la frase más genial que he escuchado en lo que a relaciones se refiere, me parece tan sencilla y verdadera, que quisiera compartirla:

"(...) y me acordé de aquel viejo chiste, del tipo que va al psiquiatra y dice 'Doctor, mi hermano se ha vuelto loco, cree que es una gallina.' Entonces el médico le contesta 'Por qué no hacen que lo encierren' Y el tipo dice 'lo haría, pero necesito los huevos...' Bueno, creo que eso expresa lo que siento de las relaciones personales: son completamente irracionales, disparatadas y absurdas. Pero creo que las seguimos manteniendo porque la mayoría de nosotros necesita los huevos..-"



AM

Son las seis de la mañana y ya empieza a entrar un poco de luz por mis cortinas. Estoy bajando Cassandra's Dream (de woody Allen, a pesar del nombre no es porno), prendo el último cigarro que me sobró de anoche (ante noche? ya me confundí), y Mark Anthony (el latin lover que, extrañamente, de un día para otro llenó conciertos en Chile) canta "Quiereme, Quiereme!(8)" en la fiesta que tienen mis vecinos de departamento. Mañana es hoy y ya estoy pensando en qué desayunar, en qué almorzar. Ah, y para darle el cierre de cuento Disney, los pájaros del árbol de al frente ya cantan como festejando la buena noche que tuvieron. Eso.

domingo, noviembre 23, 2008

Tibieza de domingo


Mi respiración se está calmando de a poco. El ritmo de sensaciones solitarias no tiene porqué ser tan malo, pienso mientras acaricio mis tobillos desnudos. O vas, o vienes, pero los pies y la cabeza se mueven, sea como sea. La actividad empieza a derretir esos hielos autoimpuestos, y una brisa va colándose por debajo de la puerta, lo que hace que muchos de los aromas que se han quedado dando vueltas se empiecen a disipar, descontrolados, juguetones. La gente en la calle sigue danzando en medio del humo blanco que llaman vida, siguen caminando como si en sus días nada fuera tan importante como existir. Y yo los miro sin escucharlos, pero ya no paso de largo. Mi vida también puede ser como la vida de ellos. Tengo en el punto central de mis ojos un ardor que comienza a perderse, mi terquedad se diluye, y los sueños que pude tener van tomando las riendas de mis otras versiones, de mis existencias paralelas. Le doy volumen a mis canciones favoritas y mis ojos parecen del doble de su tamaño.

Comienzo abrazando una, dos, tres veces, sosteniendo entre mis brazos la paz y su silencio exquisito. Y ahí, entre tanta historia, entre tanto sonido céfalo, es como si un aplauso tímido sonara por entre las personas, muy a lo lejos, en la calle, entre mis vecinos, en la fila del supermercado. Un aplauso que no me da la cara, pero que le da más sangre a mis venas, porque es un aplauso para todos, para el mundo. Y doy las gracias. No puedo pasarme la vida gritando melancolías a modo de quejas. Pegando fotos en las paredes, fotos que ya no tienen que estar pegadas. En fin. Sonrío... lo hago porque hay sonrisas que son para mí, personas que me quieren, que me aman, personas que, incluso, aún no me conocen, pero llegaran a conocerme en algún momento, en aquel instante misterioso donde esas sensaciones solitarias se juntan con otras, armando collages, queriendo ir para un lado donde pegue menos el sol de verano, pero menos, también, el frío del invierno.

viernes, noviembre 14, 2008

reunión de pauta

La cosa se presenta así: un bar en una esquina del centro, una mesa al aire libre, dos cigarros humeantes en dos inquietas manos. De pierna encima, y de cabezas cansadas, dos personas conversando, discutiendo temas, disparando barbaridades. Están tirando rayas en papeles arrugados, rascándose la cabeza de tanto en tanto, y cerrando los ojos para aclarase. Dos personas comunes y silvestres, cuatro ojos mirando al cielo, los mismos cuatro mirando el suelo. Dos ideas luchando, dos luchas que quieren generar ideas entre el humo. La escena es esa, ¿ok?. El semáforo da rojo un poco más allá, y de pronto está todo silencioso. Ellos, el par de tipos del bar, el par de ideas luchando, siguen en lo suyo:

- Ya, acá tengo una: "el primer viernes del resto de mi vida", algo así, ¿qué te parece? Emotivo, bien de campaña del gobierno.

- hum, tal vez, "el primer viernes nublado del resto de mi vida soleada", cachai. Estás siendo muy amplio con MI VIDA.

- ¡Muy cursi!. O sea, bueno si quieres hacer vomitar al que lo lea. El sol siempre me ha parecido cursi. Muy extendido, además.

- Entonces pon "un viernes de porquería, con alegría". Hasta rima.

- Es que tampoco es eso. Va más allá, un poquito más allá.

- "La primera mañana nublada de el resto de mis tardes luminosas". ¿Qué tal?

- Sí... Oye, sorry, no te puse atención, hay un tipo allá, en el edificio de al frente: ¿es cosa mía o se quiere tirar?

- Qué... ¿allá? no creo, tiene una cuerda, debe ser de esos que se tiran y hacen deporte extremo en la urbe.

- Me carga el deporte extremo. Lo encuentro engrupido: "oigan, vean qué arriesgado soy escalando estas montañas, y tengo barba y músculos y me conecto a full con la adrenalina. No me sumo en la rutina diaria"... que la chupen.

- ¿Sigamos?

- Mira, ayer me encontré este papel tirado... ¿te leo lo que dice?

- Weón, estamos en algo, concéntrate.

- Es cortito, loco, te va a gustar. Mira: "A veces el mundo da una vuelta completa, y cuando llegas al principio, al punto de partida, ves que todo ha cambiado, que nada sigue como antes. Y está bien; es fuerte, te quema darte por enterado de esas cosas, pero de verdad está bien. La mirada panorámica es agotada por miles de supuestos, y ahí, el motivo, el gran y absurdo motivo, se yergue completo queriendo reafirmar que lo que creíste vida no era más que una de las tantas versiones de ella, o un sueño atropellado por las circunstancias. Por que las cosas reales, si bien pueden dar paso a otras mejores, no merecen ser reemplazadas tan a la rápida..." Bueno, ahí se corta la hoja, ¿qué te parece?

- Super lindo... ¿sigamos?

- Chucha el weón amargo, por la cresta...

- No es ser amargo, estamos trabajando. Además, no estoy de acuerdo, qué quieres que te diga. Todo el mundo tiene derecho a reemplazar lo que quiera, aunque sea a la rápida. Somos seres libres.

- Ok, ok, no es para que te pongas así tampoco... al final yo...

- ¡Weón!

- ¡Qué.. qué pasa!

- ¡El loco del edificio!

- ¡Conchesumadre!

- ¡Conchemimadre!

- Ahí tienes tu deporte de la urbe, loco ¡el tipo se colgó!

- Extremo. Extremo a cagar. Fíjate. se aseguró con todas las posibilidades: si se cortaba la cuerda, se reventaba ¿Tienes la cámara?

- Toma...

- Genial

- Já, "La mirada panorámica es agotada por miles de supuestos"

- ¿qué cresta quiere decir eso?

- El papel, una parte del escrito del papel que te leí. De pronto me imaginé la foto del loco ese con ese slogan.

- Idiota.

- Weón, me inspiré. Tengo una idea que contarte, te vas a caer de culo. Pero primero, otra chela.

- Que sean dos.

Ahí la cámara se aleja, se pierde en las nubes, y el fin sería con letras media transparentes. En bold, puede ser. La lluvia de pescados, el león con dos cabezas, y el ahorcado cantando, quedaría pa los créditos

miércoles, noviembre 12, 2008

última hora!

En Egipto se descubrió una nueva gran piramide!

¿Qué descubrí yo?

Descubrí...

lunes, noviembre 10, 2008

Under Control - The Strokes ( Vitiwi Version)

Vita hace videos, y yo no tenía idea; locuras de ocio extremo que de transfondo tienen...eh, música?. Yo también hacía videos, pero cuando tenía cámara. Entre compartir youtubeos, aparece este clip que lo encuentro notable. Y permisos concedidos, acá va porque se lo merece (como si aparecer en este blog tuviera merecimientos:


reality show

Hola, soy de la octava pero vivo en la quinta hace casi cuatro (854, já!). La escena es la siguiente: estoy cagado de sueño, me tomo un café cargado, afuera aclara el cielo, y por allá canta el mismo pájaro de siempre... Ah, y es lunes. ¿Qué tal?

jueves, noviembre 06, 2008

reporte de un tipo triste, sin pareja, y deseoso de fumar

Según la carta sinóptica, el cielo está nublado desde hace días, y la porquería no piensa cambiar; el pronóstico indica que mañana estará igual, y así, con nubes y algunos chubascos locos por ahí, por mucho tiempo más. Se le recomienda abrigo, unas buenas películas para ver acostadito, y uno que otro aperitivo para disfrutar en el intertanto.

Eso ha sido todo, gracias por su atención, y desde este momento estamos autorizados para transmitir programación para adultos. Hasta mañana

martes, noviembre 04, 2008

los ecos sordos

a los pasos de hora, a las horas con pasos, loco. Ya son varias las tardes y las noches sin decibel que merezca la atención. Y así, cuando la soledad es un estado duradero (con forma, aroma, textura, pero sobre todo con forma), cuando el frío te cala los pies descalzos, cuando no quedas más que tú mismo, un té tibio, y la madrugada; justo ahí, en ese preciso momento, el silencio puede escucharse con nitidez. Y es agudo, ¿sabes? es agudo y constante, no puedes ignorarlo. Sobre todo cuando ignorar significa quedarte suspendido en la nada.

Ah, de pronto es todo tan eterno, tan llevado a mis tiempos espesos, que podría dibujarme dentro de los propios miedos, sin salirme de los márgenes, sin repasar los bordes, y sobre todo, sin llegar a desconocer el resultado.

Y a veces cuesta: todas las piezas son habitadas por un grillo, y en cada esquina dos ecos secos me siguen después de las doce. Y yo hago como si nada. Sigo los pasos de hora, y a la hora con los pasos, nada más. Justo cuando el reloj se muestra cuerdo, yo me desquicio un poco, y me pongo a dormir. Por suerte los ecos son sordos, me digo, aunque no sé hasta qué punto.