jueves, julio 15, 2010

las quince y algo

Ok, el panorama de hoy a las quince trece: varias tazas vacías y sucias, boletines de tiendas mayoristas, gente con dermatítis, clics derechos e izquierdos, interlíneas y tipografías sin acento. Por dentro, el carrusel de los últimos días, hondazos a lo cuerdo de algunas posibilidades. Qué tal. Y afuera otra vez, uno que otro ruido identificable que se mezcla con el popurrí gráfico de siempre, el de una foto por segundo, la flecha inferior y el vienna minimizado. ¿podría sobrecargarme un poco? Eso quisiera.

Mientras, el resto de los gusanos sigue en lo suyo.

El sabor del té sigue en los bordes de mi boca y escucho un compilado de canciones que podrían ser hits, siempre y cuando las conociera... pero me dejo pasar con gusto y los sonidos se cuelan en mi disfrute como si nada. Soy así, poco clever musicalmente. Es loco, a veces creo conocerme mucho, y no sé si me guste tanto.

Me tomo varias pausas para terminar. Me voy a buscar que alguien me preste algún dvd para llevar algo de cine, pero nada. Después de todo, bien, quiero salir, tomar aire, caminar con ceci y ver algo más que historias ajenas. Largo finde de largos paseos, a ver cómo se da.

Ya son las quince veinticinco, veo en mi taza y un concho helado de té me cierra el ojo. Será poh.