miércoles, diciembre 28, 2011

para ud, querido conchesumadre

Y es así como las corrientes cálidas y frías se reúnen, se separan, se cristalizan en la formación, en la creación de malos ratos. De los rígidos malos ratos.
Señora, señor, sinceramente, yo no acostumbro odiar. No tengo ni tiempo ni ganas. Pero tú, querido conchesumadre, tú que andas patinando en tus resentimientos y explotando en ignorancia emocional, tú sí que estás logrando una lamentable excepción.

Hoy, 28 de diciembre del 2011, cuando faltan días para que este año se termine, no quiero olvidar el episodio, las voces. Hoy hay una de esas cosas que se mantienen, que son difíciles de seguir, que se queman en la piel, y la voy a esconder entre láminas con sal.

Me va a disculpar, querido lector, pero el suelo está que explota y no me puedo hacer wn.

jueves, diciembre 15, 2011

iluminación sin cargo (o cuando me gusta la gente)


En la modestia y la maestría que los años de meditación en el tibet me han entregado, me dispongo a declarar, con tranquilidad incombustible, que el pan tostado sabe mejor cuando es con huevo frito y te lo comes en la mañana. Ahora, si afuera está nublado, es jueves y tu hijo te sonríe con entusiasmo antes de partir, la amanecida es suavecita; las cortinas flamean a lo bandera y en una de esas me da por caminar chasqueando los dedos.
Entonces, el bus, la calle, la gente, los perros, y todo el resto de las erupciones cutáneas de la vida, son como un ruido aparte. Valparaíso y yo en Valparaíso, dos cosas distintas pero unidas en un punto, en unas cuantas miradas, en otras tantas escaleras preguntonas. A veces me gusta la gente. Pero sólo a veces.

martes, noviembre 29, 2011

Somos gente del sur

A veces me pongo a escuchar la radio Bio-Bio. La Bio-Bio de conce. Cuando lo hago descubro (o redescubro, una y otra y otra vez) el origen de gran parte de mis más acérrimos gustos musicales. Y es que tengo recuerdos frescos de estar en mi pieza haciendo cualquiera de mis tonteras y escuchar a lo lejos a mi vieja haciendo alguna cosa, siempre trabajando: la once, bordando, regando, qué se yo, y por ahí escuchando "La Radio". Con noticias, despachos, entrevistas. Todo matizado con Sabina, Calamaro, Paez, Violeta etc. Es freak pensar que muchas veces protesté por la falta de una gama más amplia de emisoras en el hogar. Más allá de la música, por las noticias que, a decir verdad, me hinchaban las pelotas. "cómo va a ser divertido pasar la tarde escuchando puros dramas, accidentes". El discurso típico del que quiere tirarse a ciego un rato. Un wn equivocado, qué más.

Pues bien, el asunto es que parece que, entre segundos planos y pasaditas a lo lejos, se fue gestando un gusto, y con años y kilómetros de distancia, hoy busco escuchar la emisora con entusiasmo y suspiros varios (ahora mismo lo hago). Ya sea para sentirme más cerca de mi vieja, de mi casa, de mis orígenes, o por querer estar informado y escuchar esas mismas canciones melancólicas con olor a tierra mojada.

Hace unos días en Valpo me pasó algo. Escuchando la versión online de la radio penquista sonó este tema: Principio de Incertidumbre de Ismael Serrano. Estaba con mi hijo, regaloneando, y de sopletón, como si la melodía lo relajara, se me quedó mirando un buen rato. Lo más probable es que pudo ser casualidad, sí, pero yo quiero pensar que algo de gusto verdadero hubo ahí. Del tema, de la radio, de algo más, qué se yo. Mal que mal su contacto con conce y sus formas, desde ya serán parte de su vida. Por su padre, claro está. Por que somos gente del sur.


lunes, noviembre 21, 2011

Así con la cosa (20)


Podría señalizar con la mano y doblar, escoger la sonrisa zorrona y decir cosas agradables antes de cualquier camino. Ser simpático, agradable, sonrisal. Podría hacerlo pero la actuación no es lo mío y la hipérbole, mucho menos. Mejor sostener el asunto por el mango, ser un gusano verdadero y estamos. ¿alguna otra cosita? Pero en fín, por eso disparo, apunto y lanzo puro relajo. No vaya a pensar que soy hippie y mucho menos. Los días han estado tranquilos, inusuales, disparatados y un poco desquiciados. Incongruentes, fantasiosos, pero en extremo, de verdad que en extremo reales. Una cosa chocando con otra y volviendo a sus respectivos extremos, tersos. Un asunto de física o metafísica o métalefísica? Da igual.
Te digo, la plata no ha sobrado, tampoco ha faltado, y el sueño no se quita pero tampoco aumenta. Adormecidamente despierto es que camino. Mientras, saco brillo a mis más sinceros agradecimientos y no me defino como feliz o infeliz porque, chucha, ¿no sería mucho hacerlo?. Las expectativas son lo más odioso de lo odioso. Prefiero ir por ahí con relajo, sin camisetas con nombre, sin previews ni spams por descubrir.
Como sea, aún escribo y quizás por lo mismo mis inspiraciones rompen la tierra otra vez, generan un tallo, y con eso no puedo más que virar todas las esquinas con energía de avance. El calor que se gesta en mi pecho es sincero, y me quema agradablemente, sin más previa que la imagen de mi hijo mirándome fijo.
En el internanto, las latas de cerveza son casi un ritual de descanso y la mirada de tarito la calma y la dicha estilosa, esa que solamente un gusanillo como él me puede entregar. Lo superior. La mayor cercanía que he tenido con la espiritualidad. Y lo digo en serio. Mi hijo, mi vida, mis ojos. Dos, tres, cuatro, pum, paf. Dos, tres cuatro, cha cha cha. Hay un ritmo ahí, y no sé cómo definirlo de manera... de manera absoluta. Pero podría cerrar los ojos e imaginar un par de sonidos armoniosos, un ritmo adecuado para mi. Pero prefiero dejarlo en la básica sensación. En el misterio.
Las miradas al cielo son cosa de ratos, y los panes groseros, una provocación deliciosa. Astronomía, minimals conchesumadres, fachos pobres y esa gente que se cree el ano del mundo. EL egocentrismo puede tener un peso insoportable y creo que es tiempo de hacer dieta.
Me pregunto constantemente, yo no sé qué se creen algunas personas. Al final de cuentas se cierra el capítulo. Uno tras otro. Se gestan y se cierran, no podemos pedir devolución después que se paga y se consume y se disfruta, así que no sea weon/a.
Escucho música oriental y pienso en otras vidas, no por la certeza de haberla vivido, sino por la posibilidad. Escucho música, veo películas, documentales, leo libros, avanzo cerro abajo, esquivo perros pulguientos y me reconcilio con el mar... y con los sentimientos más puros dentro de las impurezas sentimentales, claro.
Fumo la nada, tomo de vez en vez, digo garabatos, DIGO MUCHOS GARABATOS, trato de idiotas a las masas y sus modas, tengo faltas de ortografía por temporadas, me avergüenzo de ciertas personas y me dan lástima otro tanto más. A veces me cuesta entender y que me entiendan, pero qué va, al parecer la gente que tengo a mi lado, la que está incondicionalmente, así me admite, me hace parte de sus vidas. Y como dije antes, no puedo más que agradecer.
Podría caminar eternamente, conseguir memorias y varios gigas más para mantener la frescura de los momentos a la mano. Pero camino a ratos y con eso me puedo dormir tranquilo. Y mi cabro, gusanillo, chinito hermoso, me mira con esa avidez de querer decir algo, y yo mientras tanto le digo que soy su padre, como lo haría un personaje como Darth Vader, pero más alegrón. ¿Se entiende? Yo escribo nomás. Yo escribo y avanzo y me digo que hoy hace calor. No porque lo diga, no porque lo crea, sino porque lo hace. Y si las personalidades sismológicas del día a día se pronuncian, lo más probable es que digan: "uy, está muy abochornado, tiene toda la pinta que va a temblarsh. Eso me hace recordar varias cosas, por ejemplo, las mañanas con neblina. Mire ud que soy loco!

jueves, noviembre 10, 2011

Salyu

Ok, yo no sé japonés... y lo más probable es que pasen mil años antes de que lo aprenda pero, aún así, Salyu me cae bien y le da a mis viajes y tardes de trabajo, melodías de lo más riconas.
Me gusta su voz. Su voz y su metamorfosis facial desquiciada que usa en las notas altas. De lo más adorable. Eso nomás.


miércoles, octubre 26, 2011

Taro



Y entre los adoquines sueltos de esta vida, llega del viaje mi hijo glorioso, un día cinco de un diez; justo cuando mis inciertos, inquietos como siempre, tomaban fuerza y mis rumbos se desenfocaban un poco, más allá de las dunas de Concon.
Sano, feliz, hermoso. Lautaro ha llegado. Varios días con él y me enamoro de su vida, de querer tenerlo conmigo siempre, de saber que es y que soy. De verme reflejado en sus uvitas oscuras ahí, cada vez que me mira. De cubrirlo y atenderlo con filo, en los completos grupos del detalle con el que hoy, a mis treinta y cuatro, guardo y mastico la vida.

jueves, septiembre 22, 2011

una papita

Violeta se fue a los cielos, una escena. Una gran escena.

miércoles, septiembre 21, 2011

Invitación



Bueno, es septiembre y el sol,a días de lo primaveral, está desteñido. Nublado y frío. Sin embargo, a mi alrededor los pájaros ignoran semejante grafito. Me caen bien. El sol ausente y los pájaros. Más, mucho más los pájaros.

Tengo treinta y cinco años. La gente dice que soy un buen tipo. ¿Bases para decir aquello? mi cara de pendejo, mis ojos grandes. Nada más profundo creo yo. Como sea, según mis años yo tendría que ser un ente extrañamente maduro, rígido y concentrado, con líneas claras en el suelo y otras tantas en el entretecho. Ambicioso, lleno de proyectos, posesiones y amigos. Contrariamente, mi vista enrojecida a veces, absorbe lo mismo que a los veinte. Asi como a los veinte vi y elegí lo mismo que a los quince. En esencia, los tiempos cambian, eso está claro y de paso me adelanto a su contrarespuesta. Lo que pasa es que uno se camufla.

Avanzo por ahí, a los bordes de la vereda desde donde ud me mira; miedos presentes, formas en el cielo, basuras por ahí tiradas, titulares de diarios amarillistas, culos gigantes. Gente. Recogiendo, exprimiendo, retomando. Sombras. Bailes, lenguas, injusticias y recriminaciones de locomoción colectiva. La solución, la problemática, el espejo que no devuelve ni pide prestado. Los vacíos, los putos vacíos que nadie puede evitar y que vendrían siendo la bebida que, sin saber su ingrediente, no puedes dejar de tomar. A-di-cción a la oscuridad. No podría ser todo una ampolleta prendida sobre nuestras cabezas, sin duda. Le digo, yo no puedo mentir, no puedo decir que lo que quiero es el árbol que riego todos los días, menos aún cuando no todos los días el árbol es el mismo. Difícilmente se pueda. Y es que no puedo decir que me cae bien el que me cae mal, terminaría vomitando. Y si el porcentaje de mundo que se quiera hacer persona me desagrada, no tengo mucho que decir, soy minoría. Una minoría que pocos quieren abrazar con ganas. Es así, un dibujo de líneas tembleques. Hay un algo en la humanidad. Algo que peca de ingenuo y al mismo tiempo se retuerce en dichos tan complejos que se erosiona la vida en descifrarlo. Las espinas rara vez dejan cicatrices y te pasas la vida pinchándote. ¿porqué? ni idea, simplemente te pinchas y gritas y te prometes no volver a caer. Y cuando digo humanidad no hablo del resto. Es una semilla interna, minúscula. Desgraciada si se quiere, desgraciada y fea pero mía. Algo que podría ser el motor que impulsa, que lanza por entre esas otras cosas que te hinchan las pelotas (si es que las tienes), eso que te inspira. Pero el motor o te hace avanzar o te deja por ahí. Te respira. Te transpira. ¿Solipsismo? Qué wea te crees te diría el resto de las personas. Perdón, lo estoy tuteando sin querer.

Quizás a mis veinte no pensé en esta edad asi como ahora no pienso en los cincuenta. En aquel entonces debí de estar muy borracho, muy cegado por esa sexualidad sin cabeza, por esas tardes sin necesidad, por esos celulares que sonaban una y otra vez, invitandome a las bocas abiertas, ansioso por esas personas que me juraron amor eterno, por esas amistades que supusieron lo mismo. Y de pronto muchas posibilidades me explotan, el camino es uno y voy por él escribiendo y tarareando melodías desconocidas. Aferrándome a algunas manos que dicen, sin gritar, "hugo, ven pa'cá, no seas gil". El sentimiento es multicolor y tengo una caja metálica donde guardo esas cosas. Me hacen mierda los sesos, pero el derrame es exquisito. Tengo que decirle, además, que también resulta ser que ignoro el tono del sol, sus alineaciones y tormentas... incluso ignoro si me veo o desaparezco de entre algunos reflejos. Porque los desastres son siempre internos. Lo que pasa es que uno, débil como buen humano, necesita exteriorizarlo. ¿Le dije que me caen bien los pájaros? Parece que sí. El sol también, pero mucho más los pájaros. Eso es porque, pase lo que pase, ignoran las inclemencias mundanas. El canto sigue, y como dicen, parece que que lo hacen hasta morir. Entonces, porqué tendría que dejar de hacerlo yo?

miércoles, septiembre 07, 2011

hola wn

Suenan los tipitos, el grupo, la canción. No es que me quiera poner melancólico, ¿quién se quiere poner así? (bueno, ok, a veces sí, no voy a mentir) Hace días que no escribo. Al menos no de esta manera. Mis dedos para variar están congelados, casi como si hubiera sacado algo del congelador del refri. Un pedazo de carne, choclo, salchichas, qué se yo. Mi cabeza me duele. Mi corazón late a ritmo fijo. Tengo una carpeta llena de dibujos, ando viendo el espíritu hasta en las cosas y respiro profundo mientras las canciones avanzan.

Faltan semanas, días para que nazca mi hijo. Mientras, yo me he transformado en una especie de escaner de padres e hijos en la calle, de niños de distintas edades. Incluso de viejos con sus hijos ya adultos. Tal vez mi colección de imágenes sirva de nada, pero no puedo, ni en estas situaciones de nervio y espera, dejar de ser un ente recolector de detalles, de escenas. Me doy risa, me encuentro protagonista de un episodio de culto, pero nunca dejo de tomarme en serio. ¡Porque soy uno de esos tipos serio, claro!

Sigo soñando poco, pero como aquello me sucede dormido, no me preocupo mucho. Alguna vez me definí como un soñador empedernido, pero ya me carga. Me cargan los soñadores y su definición. Toda esa postura de "no aceptación de la realidad" me resulta tan ingenua como la paz en el mundo. No porque considere que no se puede, que no se debe, sino porque me da la impresión que los que van poniendo tal estado por sobre su... por sobre su definición humana, no están siendo lo suficientemente responsables con su existencia. En fin, una paja. No quiero irme por esos bordes, duros como una roca. Las aves cantan, los perros ladran... yo escribo, es todo.

Viene mi hijo en camino y quiero ser un colchón, la dureza, el mundo y todas esas mierditas llegarán solas, y ahí estaré para protegerlo, para ser el padre, el hombre, el marciano que escribe y que cada día sueña menos. Mis dedos, tengo que entibiarlos, desde ya. Mis manos, su rostro, la caricia.

Ahora suena The arcade fire y faltan 10 minutos para la una. ¿qué más se puede pedir señor instructor?

martes, agosto 09, 2011

Graba, wn, graba!

Ok, mi aporte a un registro histórico que, espero, rinda algún fruto. 4 de Agosto del 2011, 21 hrs aprox. Cacerolazo en los cerros de Valparaíso, desde mi emocionada ventana.

lunes, julio 25, 2011

así con la cosa (19)

Entonces, al costado de la calle le pregunto que cómo se llama. El señor canoso, rechonchito y embigotado, después de una pausa pequeña - y un gesto de que se viene algo gracioso - , me dice "bueno, a mi me dicen cone. Así, como al sobrino de condorito, pero si acento en la "e": cone". Yo me sonrío y le digo que entonces, cuando queramos más empanadas dejaré dicho al conserje para que nos avise: que cuando pase el señor cone nos toque el citófono. "así nomás, pueh, ahí estaremos", me responde conforme. Yo recibo las tres empanadas, envueltas en un paquete de papel café, las afirmo con mis dos manos y en medio de una brisa fría me devuelvo trotando al departamento. A lo lejos me grita "que las disfrute!". Yo le doy gracias sin mirar atrás, voy cruzando la calle. No es la idea sacarme la cresta.



domingo 25 de julio del 2011 a las 13:15 horas aproximadamente.

jueves, julio 14, 2011

Así con la cosa (18)

Ya me quedan pocas páginas para terminar lo que, para mi, es el libro más divertido que he leído en harto tiempo (Tokyo Blues, de Murakami). Voy pensando en eso cuando me bajo de la micro. En eso y en que, a pesar de que me cargan los pantalones que llevo hoy, cada día me importa menos su incomodidad. Además, después el cielo me distrae. Avanzo los metros que me acercan a la agencia, disfrutando esas tonalidades que, en la previa de las lluvias, hacen de las nubes algo más tangible y trágico. Más penquistas digo yo. Es probable que hoy se termine el día con una buena chubasquera y me gusta, a lo Facebook.
Siento un poco de frío, miro el libro asomado en mi bolso como diciendo "hoy se termina todo" y paso a comprar una lámina de queso al negocio de la esquina. El pan me lo traje de la casa. La señora que atiende es una especie de Droopy con pelo largo. Un personaje que, históricamente, con suerte saluda y que hoy, en un acto sinceramente perturbador, tira la única talla que le he escuchado en años! Sé que es talla porque lo dice, me mira y se ríe. Pero yo estaba escuchando noticias y, qué le voy hacer, no le entiendo. Para ser cortés, me río, pago y me llevo el queso. Camino medio minuto, la última mirada a las nubes dramáticas y a trabajar. Qué más puedo decir.

miércoles, julio 13, 2011



Honestamente ¿Qué diantres se puede decir con semejante video? Ni título le voy a poner!

martes, julio 12, 2011

Así con la cosa (17)


La gente está loca. Muy recontraloca. Tanto así que no compartiré los dulces que Sixto Paz me trajo de Ganímides. Además, sacaré su foto de mi billetera.

Me pregunto #7

¿cómo es que no me había dado cuenta antes de lo agradable que es comer naranjas en la mañana?

viernes, julio 08, 2011

Así con la cosa (16)

La escena es más o menos así, ahí tú le pones o le sacas según estimes conveniente: con un par de bolsas en tus enguantadas manos, abandonas el supermercado una fría mañana de junio. Son las nueve cuarenta aproximadamente, lo calculas sin mirar el reloj. El hielo, piensas, te vuelve un ente inexpresivo y lo subrayas mientras exhalas vapor y te miras en el reflejo de una micro verde que se detiene frente a ti. A la izquierda tuya, el sol aparece entre edificios grises que ahora se tornan amarillentos. A tu derecha, un perro color tigre se lame las bolas con una paciencia perturbadora. La micro avanza y una mujer sentada en ella te mira y te sonríe. Te das cuenta en un segundo ya que justo pestañeaste y la imagen se te quedó grabada, como en una fotografía. Te habrá confundido o estás más guapo de lo normal. Te convences que de seguro te confundió, tú no andas por la vida de galán.
Mirada general, piensas que las calles son más amistosas en la mañana, cuando sale el sol, cuando sus rayos matinales se cuela entre ventanas, postes y uno que otro brillo de pelo. Excepto si ese pelo está mojado. Y es que la noche te gusta, pero por otros motivos. La mañana es el ritmo que más te acomoda, al menos hoy.
En fin. Todo huele a pan fresco, sobre todo cuando cruzas ese pasillo angosto, donde las voces se tornan menos tenues que hace 15 minutos. ¡Cómo cambian las percepciones en 15 minutos! Prefieres el olor a pan tostado, pero el pan fresco no está mal. Ahora que lo piensas ¿es mejor el olor a arroz cocinado o cuando el arroz se cocina? Estas cosas son como el dilema del huevo y la gallina, te distraes unos segundos. Miras la bolsa como para asegurarte que todo sigue ahí.
Ok, te dispones a cruzar la calle principal. Hay dos gaviotas peleando en la cima de un poste. Gritan con un poco de tedio, como si pelear fuera un trámite y tuvieran que hacer show. Yo las observo antes de dar el paso, antes de jugar con la bolsa, antes de ver a esa mujer que, groseramente, lame los labios a su novio, ahí en la vereda de al frente. Y se ríen y yo vuelvo a mirar a las gaviotas pero ya no están. Se fueron en silencio. Luz verde. La pareja del frente parece tan eróticamente feliz, tan con ganas de hacerse pedazos. O tal vez vienen de desintegrarse en la noche. Pero uno nunca sabe, te dices. En el fondo las caras no dicen mucho, y las ganas duran lo que tienen que durar.
Dos, tres, cuatro, cinco personas. El taxi te espera. Suena tu celular. No sabes quién es. Nunca lo sabes, desde que no tienes pantalla, desde que contestas sin mirar. El cielo se nubla en un dos por tres, pero sigue siendo mañana y es un gran valor que así lo sea. Contestas. Es esa voz familiar que siempre te saca una sonrisa. ¿Eso sería todo? El comienzo y el fin.

martes, julio 05, 2011

Así con la cosa (15)


Se lo digo, señor invisible, emprendo muchas veces la misma salida y la misma llegada. Lo importante, y en ello creo que radica la resistencia a la erosión emocional, es salir y llegar con distintas formas de ver y otras tantas de respirar. Asi como hoy, por ejemplo, que sobre nuestras cabezas aparecía un notable cielo amarillento, regalando algunas gordas gotas de lluvia aisladas. No es que el cambio de switch sea automático, o que de un saltito de alegría, pero el giro pequeño, la brisa, el aroma, incluso las ganas, se inyectan de algo que me hace querer hablar más animado, más claro.
Soy de ese tipo de persona, qué le voy a hacer.

viernes, julio 01, 2011

ola, sin h

Hoy es un día especial, pero mañana lo será más. 34, el número posterior y la celebración contigo, que ya vienes en camino, hijo.

jueves, junio 30, 2011

Me pregunto #6

¿porqué será que, historicamente, me pregunto tantas cosas?

martes, junio 28, 2011

Me pregunto #5


Ok ¿cuándo será el día en que Marcelo Beltrand Opazo, líder y referente cultural de la V región, me pague la plata que me debe desde hace dos años por el diseño del logo de Planeta de Papel ediciones?

jueves, junio 23, 2011

Playa Acapulco en viña, Post Temporal

Playa Acapulco, Viña del mar, un par de días después del temporal de viento y lluvia del pasado 18 de junio del 2011. Hoy, día de sol ma-ra-vi-llo-so, pero aún se puede ver algo de la destrucción que dejó el mar y la fuerza de sus olas.

En fin, la natura haciendo de las suyas otra vez...










miércoles, junio 22, 2011

Me pregunto #4

¿porqué será que música tan emotivamente la raja no es de gusto popular?
Con uds una de Grieg, The last Spring... Si quiere, puede cerrar los ojos, total nadie lo está viendo.


Me pregunto #3

¿será posible que pisar un caracol en el cesped húmedo tenga un sentido metafísico preciso? Porque si no lo tiene es probable que los siga pisando... sin querer, claro.

martes, junio 21, 2011

Violeta se fue a los cielos

Es como ese sueño que tuve al leer el libro. El sueño y la protesta interna "loco, la vida de esta mujer debiera ser reconocida por este país ingrato. Y qué mejor que una buena película!" Pos bien, pasaron los años y "Violeta se fue a los cielos", el libro de Angel Parra, es ya película, y de la mano del grande de Andrés Wood.



miércoles, junio 15, 2011

Me pregunto #2

Será posible ser ZEN en la urbe, compartiendo con lo cotidiano, sin la necesidad de irse a la cresta del mundo y darse un retiro espiritual constante?

Me pregunto #1

Si las marchas "normales" son ignoradas (ya sea por violentas, porque no vienen al caso, porque hay otras formas y todo eso que dicen las autoridades), entonces los "actos artístico culturales" sí provocan cambios?

martes, junio 14, 2011

Lautaro

Ahí estás otra vez, encuadrado en imágenes cada día menos pixeladas, en el universo a la mano, revolviendo tu existencia magnífica, absorbiendo la realidad a ojos cerrados. Un big bang personal, una juguera milagrosa, una implosión que me saca los ojos y me los vuelve a dejar en su lugar. Increíble, inquieto y pausado, abierto y cerrado, con esa expresión de comodidad y enojo, como si ya estuvieras advirtiendo que de ahí no te quieres ir. Y nosotros, mirándote a través de una fría pantalla, con tu columna nadando entre punteros, líneas interrumpidas y números amarillos y blancos que, medicamente, son sinónimo de salud.

¡Y mis latidos que van casi a la par de los tuyos!

Suspiro. Suspiran. Sonreímos. Los minutos de vista se terminan, pero las repeticiones nunca. Hay reflejos por todas partes. Mientras, seguímos tocándote através de la piel, a ojos perdidos en los cielos, en todas sus versiones, adivinando patadas o combitos, gozando la sencillez de la existencia, peinando prados, ciudades, escaleras; limpiando paisajes y mares, cuando el aire salino que respiramos, por fin, te toque la piel.

viernes, junio 10, 2011

sobredosis





Uno, dos, tres ¿A veces me pregunto, cuántas imágenes veré al día? ¿Existirá una especie de sobredosis gráfica? Porque si es así, posiblemente la sufra. Y si existe,¿ya estoy frito, no hay pie atrás? O más allá, ¿Me interesa dar pie atrás? Me sirve? no me sirve? tantas preguntas preguntonas de esas que nadie responde porque, carambolas, es más divertido preguntarlas, rebotarlas, reportarlas, desarmarlas.

martes, junio 07, 2011

Esperando el impacto

Miren la tontera pa grande, señora, señor que nos está leyendo en la comodidad de su casa; venir a decir que el fin de mundo se acerca y que un terremoto mundial, uno grado 10 para arriba, nos va a hacer mierda, porque... porque somos unos pecadores ejemplares. Ahora ok, si no es eso junten miedo gente!, porque es Haarp, los gringos, Salfate, las conspiraciones, los marcianos, los top secret, área 51 y control climático de la mano de Nikola Tesla y sus antenitas de vinil. Y si no es haarp y si no es algo de control humano, agárrense más firme aún porque es un cataclismo que la madre natura gesta, de puro vengativa que es, porque contaminamos, porque no respetamos nuestro entorno y porque merecemos irnos a la cresta y hacernos insignificantes de un paragüazo.

Una u otra o ninguna.

Mientras Chile, saliendo de un Terremoto, tsunamis (propios y réplicas de desastres nipones), y de ahí a temporales, cordones volcánicos en plena erupción y alguna tromba marina que jode por el sur. Y la gente se asusta, cómo no se va a asustar, corre la voz de cosas que pueden y no pueden ser, que el fin de mundo, que se viene algo grande, que estamos fritos. Y se hacen especialistas improvisados, sospechan hasta de un día de calor, o de alguna nube con extrañas formas. ¿qué hay si pasa algo nuevamente? Posiblemente nuevas luces enciendan las cabezas, y tendremos que sufrir las inclemencias de nuestra propia ignorancia. Porque, claro, estamos en un país que salió premiado en el item "desastres naturales", y posiblemente, por lo mismo, alguna mañana prendamos nuestros televisores y nos encontremos con otra terrible y jodida realidad... o una que quizás, como aquel 27 de febrero del 2010, nos toque vivir directamente. El tema es ¿eso implica que vivamos la existencia de un eventual desastre con paranoia? Hace rato ya que andamos así, tiritones, nerviosos sonrientes, esperando el impacto, como dice el tema de Bersuit. Lo terrible de todo es que el impacto ya lo estamos viviendo, y hace rato. Puntualmente en este país, con un presidente tan como las pelotas que, como ejemplo a la mano, aún tiene gente damnificada viviendo en mediaguas. Ahora que ya hay temporales. Si eso no es un desastre, entonces qué.

Personalmente me pasa algo con las manifestaciones de poder de la naturaleza... algo que no mencionaré acá, pero que existe, que está, que me da vueltas en la cabezota. Mientras tanto, veo como Marcelo Lagos educa a este pueblo tan autodidacta. A ver si para un próximo evento (telúrico o de otro tipo), tenemos un poco más de frialdad de cabeza, un poco más de organización y preparación. Y sobre todo, un poco - un poco mucho en realidad - de respeto. Porque por la cresta que estamos cagados con eso.

En fin, anoche tembló pero no sentimos nada en el edificio. Y en Pichilemu hubo una ola de sismos entre ayer y la madrugada de hoy. Ay mamá, capaz que se venga algo!

- Algo fuerte! - me rectifica la vecina, apenas asomada por la puerta.


lunes, junio 06, 2011

Tesoros


Hola.

Ok, el pan con palta es hoy, sin duda alguna, un tesoro grosero. Disfrutado a más no poder. Y la lluvia y las nubes, y recordar un fin de semana en el que ella se veía tan pero tan contenta, celebrando su cumpleaños en familia. La fox máxima y el agradecimiento a la confianza de los técnicos.

Nada más.

chao pescao mutilao

viernes, junio 03, 2011

no soy un ladrillo

Estoy que me hago.

A ver, no sé qué onda con el despertar de la conciencia, o con el DMT (la molécula espiritual, algo de lo que hablan en un documental que espero ver pronto y que descargo ahora), pero algo de eso puede haber en pasos sencillos, cotidianos. ¿Cómo va a ser que estemos tan cagados, en una parada tan distante, hermética, que nos va a costar tanto? Siempre lo he pensado. Ahora, cada cual con lo suyo, tampoco soy OSHO o un lider de barbas canas que profesa recetas de paz interior o shuperloquismo ilustrado. Intento sacar partido de lo que está a la mano, es todo. Ser medianamente tranquilo, feliz, y no dejar de pisar los suelos que gusto recorrer. Respirar hondo los aires que aprecio; en definitiva disfrutar los granitos que componen el total de la vida, del mundo exterior... y el interior que se pueda tomar, tocar. El resto, la enjundia diría mi tío Julio, es la humanidad torpe, la contradicción, el miedo, la pasión, la rabia, la ira. Incluso lo que creemos es el amor. Todas esas mierditas incontrolables, salvajes, pero exquisitas que nos hace humanos interesantes. Sino, si todo es espiritualidad y perfección, para qué y porqué. El manual de uso es para las lavadoras.

Porqué hablo de esto hoy? ni idea. No soy un ser especialmente espiritual, pero tampoco soy un ladrillo.

En fin, me voy al baño de una buena vez.

jueves, junio 02, 2011

Refugio Bar

Así nomás, jueves frío en viña del mar. Un mix entre café, Manuel García, Chinoy y algunas señaléticas que terminar. Nada muy punchi punchi.

Ayer, revisando archivos antiguos en un cd que se niega a ser leido en plenitud, me encontré con esta joyita: Refugio Bar, el nunca bien ponderado "Refugio" de conce, pero de hace 5 pinches años (para ser exactos, grabado una tarde del 19 de julio del 2006). Y ya, tampoco es que sea el gran video, pero con todos los cambios que mi región ha tenido - sobre todo post terremoto - nunca está de más resguardar los rincones del recuerdo que en algún momento fueron la gran caca de reunión etílica (varios me han dicho que ya no es lo mismo).

Tampoco es que tenga muchos videos antiguos, pero al parecer (sólo al parecer) los que guardé tenían su toque de trascendencia... para mi, claro está.




PD: Y la cristal RED ALE... perdón, pero es una de las peores invenciones en cuanto a chela que se pudieron hacer, definitivamente.

miércoles, junio 01, 2011

Me puedo dar un lujo guru guru?

Entonces, veo la última entrada de texto en tierragramas, una que data de agosto del 2009, y me dispongo a guardar un par de fotos para la posteridad.

Me digo: está bueno esto de agarrar mis cosas e ir a comer a la playa. Lujos gratuitos que me puedo dar.


Un pájaro, nada más.


Mi primer "propio" pastel de papas de la vida.

Entre frazadas

Le contaba que había escrito algo, pero en realidad lo que escribí ya se perdió en los descartados de mail, donde hago borradores de... de lo que sea (es fácil decir lo que sea. Mucho más que decir algo en concreto).
Hoy hizo frío como hace tiempo no sentía. Gente arrugada, carreras, vistas desde un piso 13, toallas congeladas, el humito de las bocas húmedas, los cuellos desaparecidos, los perros en cuevas improvisadas, todo, TODO en un escenario de ensueño que de ensueño nada tiene.
Mi hijo, mis hijos, mi mujer, mi familia, mi región y los barcos adentrándose al mar gris. ¿Cómo me veré desde el mar hacia el puerto? Al borde, sentado, fumando, sacudiendo los pies, lo que sea, cómo será la imagen. Hay cosas de mi que nunca podré ver. (¿cómo que porqué hablo de mi mismo? no tengo tanto derecho de hablar de otros!)
En fin, sigo fusionando el sonido del piano a algunas situaciones, ahora es chopin, otras veces debussy, o algún otro Opus romanticón o tristón. Claro, me da lo cursi de le imaginación porque soy un cursi desde que mí memoria era una especie de pupa; las plumas vibrantes en las alas de la creatividad, la creatividad libre y de verdad se los digo, el carnaval que no se detiene nunca. Ahora, ¿Cómo podría asegurarme una tranquilidad similar al tecleo?, a lo que a diario genero mientras los postes pasan y pasan de Valparaíso, Avenida España, Viena, Viña del Mar, 5 oriente. Titulares de diarios, sencillo para el desayuno, café cargado, las noticias. Observaciones al paso: así como a mi me gusta perderme en la ausencia de luz, perdido entre frazadas, cortinas, capuchas, luces apagadas, supongo que a otros les da por esconder las manos. Gente que mira a gente, ¿pregúntame algo?

- Podria ser algo así como¿qué es lo que no te gusta de la gente?
- Vamos, puedes preguntar algo mejor...
- Entonces, qué crees tú, ¿alguien se puede entrevistar a sí mismo? Yo soy yo, y viceversa, grandísimo enfermo.

Y ahí pueden haber tomas de buena fotografía, circuitos, algún tema de Thelonius Monk que no sea tan aburrido para el resto, y listo. El otro yo, mientras tanto, se libera y toda esa onda espiritual que está de moda.
Ayer conté una historia idiota en la noche, antes de dormir. De madrugada, me dices, me reí dormido. Qué más se puede esperar de un tipo como yo?

- Que te pongas a escribir cosas como esta.
- Uy, broche de oro querido watson!

El barco en el puerto ya se perdió en la lejanía. ¿Tendrán conciencia que hay gente que les sigue el paso hasta que no son más que un punto en el horizonte?

- No, no creo...
- Es que tu problema es que nunca crees nada


Escrito ayer, tipo 9 am.

lunes, mayo 30, 2011

nada que nada

Lunes 30 de mayo del 2011. Hace frío pero ni tanto. Pienso weás: la mañana y la jamonada de pollo son para mi como la playa es a la arena y las plumas de gaviota enterradas.

Cielo nublado, el pan está un poco seco, el café humea y Nano Stern canta una de esas canciones como para final de película... con escenas en cámara lenta.


viernes, mayo 27, 2011

Glorioso

Hay un hamster en la oficina. En realidad son dos, puedo notarlo. Mi compañero no se entera pero yo sí... y sin dificultad, fijese.

Es viernes, será que al final de la semana las cosas se ven y sienten distinto y los cielos celestes son más celestes?. Da igual, yo quiero una cerveza, es tiempo de una bien helada. De un par si se puede. Quiero que mis pequeños estén bien, que el mundo esté bien, que la gente que amo esté bien... aunque no soy de los que marchan por un mundo sin represas, no porque no lo sienta, sino que... chucha, ¿Se entiende?

Bajo películas, pienso en que es hora de comer, en que es viernes, en que escribo una sarta de imbecilidades que a mí me hacen mucho sentido, y plaf, ya es la hora de cucharear. Y que, bueno, queda la mitad de un día glorioso sin osos que me arranquen la cabeza de un manotón.

martes, abril 26, 2011

Después de una rica naranja


Los motores se retraen, mi amigo, se retraen consiguiendo dentro de sus propias fortalezas la energía suficiente para retomar la marcha. En las inclemencias del clima actual, me detengo encogido - casi sin cuello, dirá el que me vea -, con las manos jugueteando los papeles arrugados de mis bolsillos. Después de un rato (minutos, horas, días, meses), cobarde o valiente, me estiro para ver mejor lo que por allá, tras los vendedores ambulantes, pareciera dignarse como la mejor oferta del mercado emocional. Y Lautaro, te digo, galopando su caballo imaginario, emergiendo de las dudas y enfermedades eventuales que supone su crecimiento, reinando en su vientre, victorioso. Más que nosotros, más que lo que pueda imaginarme, como dándonos un ejemplo, quizás. O dándonos una patadita de aquellas, pero con un ápice más de motivos. A ver si lo que más sería puede ser un poquito, un poquitín más de lo que es. Acá, allá, después del jugo y las cápsulas reventadas de una rica naranja.

martes, marzo 08, 2011

miércoles, marzo 02, 2011

palabras al velcro


Amargado ¿amargado?, a decir verdad me considero un dulzón dosificado, mezclado de sal y algunas otras especias picantes, como todos. ¿Amargado? Nadie lo dice pero me pareciera escucharlo, y me resulta un poco mucho, como lo que acabo de decir... porque de mentalista, nada. Lo que sí, no puedo evitar observar algunas escenas del cotidiano, detenerme en las intensidades humanas, en sus olas y subidas de marea, en lo que se valora o se deja pasar, en las masas gritonas de ombligos importantes, en las miradas por sobre los hombros con caspa, y dejar de sentirme ausente, transparentoso, como un carro del tren que se fuga del riel, solo, con la única intención de irse a algún túnel apartado. Y lo pienso con los ojos bien abiertos, ¿se entiende? Bien abiertos, como para no dejar escape ni contraluz.

En ese desapego del rebaño se puede apostar a lo amargo de mi persona, pero ¿quién puede sumarse y estar a gusto con todo sin volverse una desquiciado? Voy por ahí con aliños propios. El que pueda ser lo que todos esperan, que avise, para hacerle un par de preguntas (preguntas amargadas?). Y es loco porque me considero cuerdo, común y silvestre en gran parte del día, listo para ir en la dirección que a todos parece hacerlos masa, sociedad, persona promedio. Pero ya sabemos cómo va eso, la felicidad, la partida, la corrida, la llegada, el día a día, todo es un poco agua que se escurre dependiendo del contexto. A veces importa y a veces es la mierda misma, la peor y más ridícula de todas las mierdas.

Nunca se sabe nada, son tiempos en que la ambiguedad es el aplauso seguro y la carga más liviana. Y qué onda, el mundo no está hecho a la medida de nadie. Y las opiniones, las mayorías, lo diluido de las personas, todo es una corriente llena de influencias que, al parecer, hacen más cómoda la vida. Amor, desamor, futuro, presente, dejar ser y ser. Repito: SER. Qué importancia la de eso. Pero en fin ¿Seré el único que no pretende hacer la vida un asunto cómodo? Tranquilo, ok, acorde, muy bien ¿pero cómodo? No sé desde cuándo, pero ser agradecido, para algunos, muta en un conformismo gris y lento, con lo ridículamente distintas que son ambas cosas. Y así como la comodidad llega en la pobreza o en la riqueza, lo mismo pasa con las nubes contrarias que te pudren de pasadita.

Pero vamos gil, me digo, a pesar de todo soy un convencido de que la gente no cambia nunca, que yo no he cambiado, que las cosas tampoco cambiaran, eso independiente de traumas, adaptaciones, imperfecciones liberadas en el camino y escudos sentimentales, esas mierdas autoimpuestas que de seguro hacen bien porque, cresta, quién sabe! La polea sigue girando. A estas alturas los pactos no sirven de nada si no son contigo mismo, con uno. Eso nada más cuando estás bien, real y absolutamente bien. Hay un desapego general de gentes que dicen y usan palabras que siquiera se arraigan un segundo, un puto segundo en sus congelados internos.

Ondas, flechas que susurran a milímetros de mi oído, alaridos de exigencia, errores de cálculo, miradas displicentes. Últimamente he tenido que escuchar muchos "es que ya no eres como antes", en distintos tonos y actitudes, ante lo que mi defensa se yergue muy dolida, como si cambiar necesariamente significara nubarrones negros que traicionaran la esencia. Digo, ¿Defenderme de qué? ¿Qué tal si he cambiado? No podría asegurar que soy el mismo de los 18 años, pero sí puedo afirmar con vehemencia que las mismas cosas se me pasan por la cabeza y el corazón, independiente de todos los techos que han cubierto mis noches. Independiente incluso si el corazón puede o es lo que se acostumbra decir que sea. Digo, en una de esas quizás sean mis expresiones, los volúmenes de voz, las risas y sus sequías o una especie de cansancio general sumado con los años, pero podría transformarme en otro, ¿EN OTRO?. Erosión. El que pueda o quiera, creo yo, tiene hartas vueltas que darle al asunto, la infelicidad llega en el momento menos esperado. ¿Qué infelicidad te da aviso?¿Qué diablos es lo que llego a decir en un disparate disparado a punta de ojos cerrados y salivas retenidas?

La vida y su chisme eterno.