martes, marzo 08, 2011

miércoles, marzo 02, 2011

palabras al velcro


Amargado ¿amargado?, a decir verdad me considero un dulzón dosificado, mezclado de sal y algunas otras especias picantes, como todos. ¿Amargado? Nadie lo dice pero me pareciera escucharlo, y me resulta un poco mucho, como lo que acabo de decir... porque de mentalista, nada. Lo que sí, no puedo evitar observar algunas escenas del cotidiano, detenerme en las intensidades humanas, en sus olas y subidas de marea, en lo que se valora o se deja pasar, en las masas gritonas de ombligos importantes, en las miradas por sobre los hombros con caspa, y dejar de sentirme ausente, transparentoso, como un carro del tren que se fuga del riel, solo, con la única intención de irse a algún túnel apartado. Y lo pienso con los ojos bien abiertos, ¿se entiende? Bien abiertos, como para no dejar escape ni contraluz.

En ese desapego del rebaño se puede apostar a lo amargo de mi persona, pero ¿quién puede sumarse y estar a gusto con todo sin volverse una desquiciado? Voy por ahí con aliños propios. El que pueda ser lo que todos esperan, que avise, para hacerle un par de preguntas (preguntas amargadas?). Y es loco porque me considero cuerdo, común y silvestre en gran parte del día, listo para ir en la dirección que a todos parece hacerlos masa, sociedad, persona promedio. Pero ya sabemos cómo va eso, la felicidad, la partida, la corrida, la llegada, el día a día, todo es un poco agua que se escurre dependiendo del contexto. A veces importa y a veces es la mierda misma, la peor y más ridícula de todas las mierdas.

Nunca se sabe nada, son tiempos en que la ambiguedad es el aplauso seguro y la carga más liviana. Y qué onda, el mundo no está hecho a la medida de nadie. Y las opiniones, las mayorías, lo diluido de las personas, todo es una corriente llena de influencias que, al parecer, hacen más cómoda la vida. Amor, desamor, futuro, presente, dejar ser y ser. Repito: SER. Qué importancia la de eso. Pero en fin ¿Seré el único que no pretende hacer la vida un asunto cómodo? Tranquilo, ok, acorde, muy bien ¿pero cómodo? No sé desde cuándo, pero ser agradecido, para algunos, muta en un conformismo gris y lento, con lo ridículamente distintas que son ambas cosas. Y así como la comodidad llega en la pobreza o en la riqueza, lo mismo pasa con las nubes contrarias que te pudren de pasadita.

Pero vamos gil, me digo, a pesar de todo soy un convencido de que la gente no cambia nunca, que yo no he cambiado, que las cosas tampoco cambiaran, eso independiente de traumas, adaptaciones, imperfecciones liberadas en el camino y escudos sentimentales, esas mierdas autoimpuestas que de seguro hacen bien porque, cresta, quién sabe! La polea sigue girando. A estas alturas los pactos no sirven de nada si no son contigo mismo, con uno. Eso nada más cuando estás bien, real y absolutamente bien. Hay un desapego general de gentes que dicen y usan palabras que siquiera se arraigan un segundo, un puto segundo en sus congelados internos.

Ondas, flechas que susurran a milímetros de mi oído, alaridos de exigencia, errores de cálculo, miradas displicentes. Últimamente he tenido que escuchar muchos "es que ya no eres como antes", en distintos tonos y actitudes, ante lo que mi defensa se yergue muy dolida, como si cambiar necesariamente significara nubarrones negros que traicionaran la esencia. Digo, ¿Defenderme de qué? ¿Qué tal si he cambiado? No podría asegurar que soy el mismo de los 18 años, pero sí puedo afirmar con vehemencia que las mismas cosas se me pasan por la cabeza y el corazón, independiente de todos los techos que han cubierto mis noches. Independiente incluso si el corazón puede o es lo que se acostumbra decir que sea. Digo, en una de esas quizás sean mis expresiones, los volúmenes de voz, las risas y sus sequías o una especie de cansancio general sumado con los años, pero podría transformarme en otro, ¿EN OTRO?. Erosión. El que pueda o quiera, creo yo, tiene hartas vueltas que darle al asunto, la infelicidad llega en el momento menos esperado. ¿Qué infelicidad te da aviso?¿Qué diablos es lo que llego a decir en un disparate disparado a punta de ojos cerrados y salivas retenidas?

La vida y su chisme eterno.