Pues bien, ante las circunstancias que hoy rodean mi existencia, voy a brindar al pie de un árbol pequeño. O medio pequeño. O casi pequeño. La idea es que cuando crezca, y me sobrepase, pueda seguir brindando a su sombra fresca. Y en su crecimiento aferrarme a más motivos de levantar la copa. Incluso la del árbol mismo.
1 comentario:
Después tendrás que brindar por los pajaritos que albergará...
Saludos grises de primavera...
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