lunes, junio 30, 2008

pensar en letra alta


Es la hora del absurdo y del ud no lo haga. Es una idea, pero cuando esté en conce, al menos una vez, me voy a ir a dar mordiscos a la porquería sabrosa de La fuente Alemana. Y después, apenas pase la servilleta por mi trompa, me largo a fumar un cigarro, caminando por O'higgins, escuchando todo lo que me de por entre los fonos y el pensamiento que te extrañará a la distancia. Si está lloviendo, mucho mejor, la imaginación absurda elige días con lluvia para hacerlos más memorables. Como sea, de ahí, cuando ya no de más, cuando casi repte de guatita llena - a estas alturas bien mojado -, me voy a comprar un bigtime y voy a sentarme en el rincón maldito. El de siempre, obvio. En esa esquina voy a mirar como pasan las micros, y a reconocer a estos nuevos rostros penquistas... tan grises como el grafito pero tan conocidos para mi. Por ahí me suena bien y vuelvo a pensar en letra baja.

domingo, junio 29, 2008

Plácido y domingo ( o las dos palabas sin la y)


A ver si me apago un rato (o se apaga el resto). El switch se está calentando. Hoy por lo menos. Bueno, es un hecho, hay que ver cómo son las cosas la mañana de un domingo: tan de lanzarse al vacío de las caras largas, tan melancólico, tan todo eso que me corta y me baja revoluciones.
Un cuarto para las once y la neblina cubre justo lo que tiene que cubrir. Y el domingo, que de plácido tiene poco, avanza desmedido.

martes, junio 24, 2008

La radiolina


Raro. Acaban de leerme en argentino, en che, en vos sabés, en "a buenoooo". Mañana subo el audio de la radio. Leyeron uno de mis microrelatoides cochinoides. No es el que más me gusta, pero por allá lo eligieron, tampoco voy a recomendarme.

Antes de leer "La primera vez", el relato escogido, las dulces voces dijeron que yo era tierragramas, que era chileno, y que mi nombre era "Ito Kasuro". Notable. Es decir, quedé como chileno, pero inmigrante japonés, y con un seudónimo extraño: tierragramas. Vamos, carajo!

a propósito de todo

Entre castañeteo de dientes, y manos frotadas con furia, ayer me acordé que hace unos cuatro años atrás, yo, de puro huraño con algunas voces, de puro jodido, apuraba la tarde para que llegara la noche, para que todos durmieran y dejaran en paz mis ideas. Qué tontera.

viernes, junio 20, 2008

a propósito de nada


"Generalmente las gentes no aceptan que hayan almas más grandes que las suyas, que haya almas que rebasan fuera de las suyas, almas que tienen un inmenso margen que depasa los limites de las otras y lo que ellas ven y pueden ver. Toda esa zona incomprensible para los que no la poseen, les parece peligrosa, absurda, contradictoria, monstruosa."

Papá o el diario de Alicia Mir

Vicente Huidobro

miércoles, junio 18, 2008

Acuaman


Esperando las lluvias, pero no las inundaciones. Extraño pero cierto. En eso estoy a esta hora de la loca cuenta regresiva laboral: pidiendo, pero previniendo in the same time. Tontera. Viña cae Mal, socio. Cae mal porque estas calles glamorosas, este sector lleno de presunciones publicitarias de playa, gente linda, y festivales, me deja un poco lleno, sobrepasado... con los calcetines mojados, pegados a la punta de mi calzado. Helado, como diría mi vieja en esas ricas mañanas con la "helá". Yo no entiendo tantas ostentaciones de capital turística, de ciudad bella - y porquerías varias de alcaldesa UDI -, cuando se despreocupan de la estación más hostil, el invierno. Ciudad Penca debiera llamarse. Ciudad Bella con filtros anaranjados, en una de esas.
Ah... Conce no es lo mejor, pero la lejanía, a veces, lo moldea bien en mi cabeza. Casi mitológico. Sí. Extraño mi región, mi gente, mis espacios. Poder caminar en zapatillas pero saber que no necesitabas andar a lo canguro para cruzar una puta calle; poder mojarte un rato, pero tener los ánimos intactos, y saber que el resto anda en la misma; poder salir, respirar y disfrutar una buena lluvia. Lluvia que disfruta el treintón que aún camina, como yo... lluvia para pobre y clase media, para uno que nació en tierra de suelos húmedos y fríos, pero que ahora ve palmeras y alcaldesas teñidas, sonriendo mientras los autos se transforman en lanchas, y los zapatos en waletas.

PD: ¿qué tiene que ver mi foto de pendejo? Nada, obvio...