lunes, junio 30, 2008

pensar en letra alta


Es la hora del absurdo y del ud no lo haga. Es una idea, pero cuando esté en conce, al menos una vez, me voy a ir a dar mordiscos a la porquería sabrosa de La fuente Alemana. Y después, apenas pase la servilleta por mi trompa, me largo a fumar un cigarro, caminando por O'higgins, escuchando todo lo que me de por entre los fonos y el pensamiento que te extrañará a la distancia. Si está lloviendo, mucho mejor, la imaginación absurda elige días con lluvia para hacerlos más memorables. Como sea, de ahí, cuando ya no de más, cuando casi repte de guatita llena - a estas alturas bien mojado -, me voy a comprar un bigtime y voy a sentarme en el rincón maldito. El de siempre, obvio. En esa esquina voy a mirar como pasan las micros, y a reconocer a estos nuevos rostros penquistas... tan grises como el grafito pero tan conocidos para mi. Por ahí me suena bien y vuelvo a pensar en letra baja.

No hay comentarios.: