domingo, junio 29, 2008

Plácido y domingo ( o las dos palabas sin la y)


A ver si me apago un rato (o se apaga el resto). El switch se está calentando. Hoy por lo menos. Bueno, es un hecho, hay que ver cómo son las cosas la mañana de un domingo: tan de lanzarse al vacío de las caras largas, tan melancólico, tan todo eso que me corta y me baja revoluciones.
Un cuarto para las once y la neblina cubre justo lo que tiene que cubrir. Y el domingo, que de plácido tiene poco, avanza desmedido.

No hay comentarios.: