jueves, diciembre 24, 2009


No es que me pase mucho, pero a veces me acuerdo de las casas, de los antiguos lugares en los que he vivido. Y me pasa que cuando me acuerdo me tiro a ver mi actual techo, a disfrutar el nuevo aire, el espacio interior. Y en eso me paseo, miro por la ventana, la calle, la gente, y se me viene un eco de suspiros varios. Es inevitable. Es inevitable trazar el camino y ver qué se dibuja. Como esos puntitos numerados que de niño tenías que seguir para llegar a la forma final.

1 comentario:

Asturiela dijo...

te entiendo perfecto. es eso que nos pasa estando vivos me supongo y querer hacer algo mas que solo respirar. como dice la cancion "dalee maria daleee que la vida sigue" ami me pilla la cabeza pensar en eso, en la emocion de un nuevo año y que todo será igual menos estas manos que un dia de repente se separaran del teclado sin querer escribir. saludos. te dejo mi mundo y ahm... aprovecha estas 365 oportunidades.