
Es injusta la vida. Ernesto Sabato vive en un pueblo argentino llamado "Santos Lugares", y yo que hasta escribo acostado, y que me aventuro en maldiciones a lápiz verde, y poesías en azul, y me desvivo descifrando finales de cuentos con tipos que dibujan cartas en vez de enviarlas, vivo en Quilpué y vengo de Chiguayork. Cero brillo. Menos cinco de estilo. Un abucheo para mí.
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