jueves, diciembre 11, 2008

dor-mir

El cansancio me agobia. Un poco, no tanto como para impedirme el despertar, las pantuflas, el mail, el desayuno, la ducha, el metro, y mis canciones tristes sonando Quilpué y Viña del Mar. Todo sigue. Bueno, el cansancio nunca impide esas cosas. Pero desperté mejor que ayer. Debiera suspirar al decir eso, pero bostezo con la cabeza ladeada. Será porque hora está amaneciendo nublado, y lo agradezco, pero los pájaros de al frente siguen cantando como si nada. Siempre cantan como si nada, como si llevaran vidas parejas, planas. También pueden entonar melodías tristes, pienso.

Bueno... en las noticias hablan de Madonna, menos mal que ya pasó su concierto. Ahora cuentan de unos niños que se quemaron en una piscina. Mal. Estoy en eso, escuchando, y de pronto recuerdo que es jueves, esto de las semanas cortas es un buen regalo. Los mp3 de mi celular no han cambiado en una semana, y no pretendo cambiarlos tampoco.

Hoy debiera ver Manhattan. Ayer intenté verla, pero era tarde y tenía que dormir. Vaya, quién lo diría: dor-mir.

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