miércoles, agosto 12, 2009

es cinco y no tiene título


Ejercicio. Pensamiento tardío de un miércoles a la tarde (la cabeza de pescao gratuita):

Si hay algo que me da risa es decir que algo me da risa. Decirlo. Mencionarlo. Y darme cuenta de eso, como si fuera poco, me da más risa todavía. Es como cuando digo que estoy contento. El sólo hecho de decirlo ya le suma felicidad al momento. Y escribirlo, puf... ¡una locura!. Lo único que no he experimentado es decir que estoy contento cuando no lo estoy. Para ver si hay algún cambio positivo, digo. Sería la papa. Aunque, claro, en el fondo me da miedo que la palabra no sea tan potente como pensaba; quedarme con la idea de recurrir a ella como mero destacador, de esos verde fosforescentes.

Nada que ver con hoy, pero de pronto rompo con la línea, por puras ganas de joder no más.

1 comentario:

María de Magdala dijo...

Con tu post yo me acordé que hace tieeeempo cuando caminaba en la calle jugaba "al poder de mi mente", le miraba la nuca a alguien que fuera más adelante que yo y con mucha concentración decía "voltea la cabeza, voltea la cabeza", y volteaban la cabeza, fijaté.
De pronto ya no me resultó, el objeto de mi juego no miró para atrás así que yo dejé de jugar. Hoy tampoco he querido repetirlo de puro miedo a que no me resulte de nuevo, todo para no sentirme una loser.

En fin. Son las cosas de la vida.

Hace frío y lluvia.
Saludos...


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