miércoles, octubre 01, 2008

Título de blog

Arroz con salchichas, arvejas, choclo, porotos verdes: mi almuerzo express de hoy (nunca como el puré en sobre de ayer, pero qué onda).

Igual, afuera hay sol. Bien por eso. Aunque alguna vez hubiera vomitado al decirlo, ahora tiene sentido, la primavera anda media esquiva.

Y adentro, hay pereza (flojera, paja, ganas de nada, a la chucha con todo, cámara lenta... cá-ma-ra-len-ta), y voces por todos lados, por todos. Me tomo una coca individual y la hora, y la hora. Termino los minutos viendo el precio de los pasajes a lugares varios del mundo. Me deprimo, me conformo: o espero años, o ahorro, o me gano el kino, o descubro la cura de la fosforescencia patológica de los patos-gatos. Sino, encalillarse, como buen clase media que soy.


¿qué más?

Hoy escribí un cuento en la mañana, un cuento completo, redondo, bien formado. Bueno, diría yo que salió bien. A ese nivel, cachai?: bien, correcto. Ni más ni menos. Es bueno subrayar esas cosas, decírtelo tú mismo, sobre todo porque escribí a las siete veinte AM, después de desayunar, o terminando de desayunar... tomando el té tibio, casi helado, escuchando a lo lejos los buses pasar, y esos minutos que te cagan la mañana. Porque en la semana es así. A no ser que descubras la cura de la fosforescencia patológica de los patos-gatos. Qué wea, ¿no?


pero bueno


he escrito harto. he revisado harto. he planificado harto.

Rica la wea.

Ah, y escribo porque sí. así, liberando, liberando. ¿Liberando qué? Fósforo va a decir alguno...

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