jueves, enero 14, 2010

A propósito, yo decía no más

Antilopes rojos con un toque de estragón en sus pasos. Así, tal cual, y como un duende bailando salsa cuequera en las faldas de una mujer negra de felpa. Dificultad práctica, facilidad de construcción mental. La iluminación no tiene cuenta por pagar. Y con lo infinito que pueda ser, por muchas ventanas que vaya abriendo, la idea es buscar y seguir buscando apenas lo encuentre. Práctica; lo infinito del aprendizaje en todas las cosas; experimentación; degustación de sabores. Y el naranjo venoso de los ojos cerrados que se enfrentan al sol.

1 comentario:

María de Magdala dijo...

Cuando cierro los ojos contra la luz, siempre, además del naranjo, veo el caleidoscopio interno de mis ojos.
Me gustan esas figuritas que se mueven.

Saludos...