martes, julio 29, 2008

Declaración culiá Number two


A veces no hay mucho que decir, esa es la verdad. Eso aunque aquello, bien en el fondo de las ganas, sea sólo una manera de plantear las cosas, porque siempre hay algo. Entre papeles, entre libros, o en medio de las canciones más escuchadas de la madrugada. Siempre, casi siempre, en paréntesis creados para salvar lo que no quieres soltar tan a la rápida; a vuelo de pájaro; a lo que salga; a lo que te dé el tiempo. Lo que sigue de ahí se verá, el paso siguiente es la voluntad, o una pizca más. Eso me lo digo a menudo. Por eso escribo, para no olvidarme de lo más importante. ¿qué vendría siendo lo más importante? Ni que lo fuera a decir en un blog.

Pero en fin, lector anónimo, hoy hay frío, buena música en el Itunes, y mucho que dibujar. Por ahora el reloj sigue avanzando, el mediodía se acerca, y tengo que ir al baño ahora mismo. Esas cosas son implacables, dicen; no puedes ir en contra de la natura.

Mientras, mire el cielo, oiga, mírelo con detención, en una de esas ve un pajarito loco que desintegra nubes a su paso. Sino, a la chucha no más, ya tendrá mejor suerte.

No hay comentarios.: