viernes, febrero 01, 2008

a las una doce pé-eme.


Qué tan oculto podrías estar. Capuchas, sombras y muecas graciosas. En serio, qué tan oculto podrías estar. Poco o nada. Lo justo. Sino, entre luces y soles, pasas a ser el resto. La parte del resto, incluso. Y no quieres ser un resto. En el fondo, nadie quiere. Lo que deseas es ser un todo con nombre y apellido. O en su defecto,un todo con un alias bien original.

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