Tengo ganas de hablar de Daniel Johnston. No sé, ando con ganas de recomendarlo y todo eso. Son ganas de presentar, de exponer, pero no lo voy a hacer porque me da paja explicar ciertas cosas que, creo, ni siquiera tendrían que explicarse. Entonces, como no quiero resumir su vida, sus motivos y sus obras, simplemente lo menciono. Y menciono que tengo ganas de hablar de Daniel Johnston para salir del empacho, porque no lo hago. No como lo imagino en mi cabezota. Aunque, me cago, a la larga escribí igual; sin decir mucho, pero igual. De todas formas, Held the hand sigue sonando. Y sigue sonando. Y sigue...
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Pssss!, oye, deja tu mensaje. Este blog sigue sin posteos, pero se enchuló con un "Cbox", el casillero de mensajes de última tecnología japonesa de fin de siglo del espacio exterior. A la derecha, abajo del perfil, un recuadro blanco bien feo. Ahí. Hágase famoso de una. No la piense más.
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